Después de comer, mapa y cámara en mano, tiramos rumbo a la zona oriental de Asturias, más en concreto hacia los alrededores de Llanes, donde por cierto, la noche anterior había tocado Ojos de Brujo. Tremendos, sí, ¡pero me los perdí!. Siempre que paso por esa zona, me quedo asombrado por el paisaje. Nos fuimos a eso de las tres de la tarde, teniendo en cuenta que ahora oscurece muy pronto y con la intención de ir parando a lo largo del recorrido, siempre que la luz fuera nuestra aliada. ¡Había que aprovechar el viaje!...
Pero hoy, por suerte o por desgracia, el día no acompañó para realizar las fotografías que quería hacer. El temporal me recordó al que hubo antes de este verano, como para no... ¡me pillo en prácticas!. Paramos en Niembro, un pueblo perteneciente al municipio de Llanes, bajo un aguacero que nos dió una pequeña tregua durante unos minutos. Acabamos tomando un café en la playa de Barro, ya sabeis, para secar un poco.
Hoy es uno de esos días en los que regresas a casa resignado, en parte, pero por lo menos ya tengo alguna que otra fotografía para ir dando forma a este proyecto.