Me parece que los días de sol aun van a tardar en llegar, o eso pensaba hasta esta mañana. Hoy el día estaba nublado, para variar. Me levanté a las siete de la mañana, con la intención de coger el tren hacía Villabona (Llanera) y desde allí volver a casa a pie. Pasé por esta zona diariamente durante dos años para ir a clase, en el tren que cubre la línea Avilés-Oviedo. Siempre me gustó este lugar, pero nunca me había dado bajar y hacer unas fotos. Como comprenderéis, en el tren se esta más calentito y más con este tiempo de perros, en el que te ponen la calefacción y te quedas grogui en el asiento. Pero bueno, hoy era un buen día para quitarse la pereza de encima. Hacía bastante frío, así que ataviado de gorro, chupa y pasamontañas, para allá me fui.
Nada más bajarme en la estación, me di una vuelta por el pueblo, que a esas horas estaba desierto. Me acerqué a unas vacas, que como buenas madrugadoras, parecía que ya me estaban esperando. No sabía si meterme entre ellas o pedirles antes permiso para empezar la sesión, ya que no tenían cara de muy buenos amigos. No llevaba ni media hora y ya me llegaba el barro por las rodillas, no sabía donde meterme. Cosas del oficio. Después de acabar, justo cuando me iba, un hombre se cruzó conmigo, tenía toda la pinta de ser el dueño de aquella manada, me echó una mirada matadora. Imaginaros cual sería su mosqueo, que le saludé pero no recibí respuesta. ¿Le molestaría que sus vacas hubiesen posado para mí?. No lo sé, ni se lo pregunté. Quizás debería de haberle preguntado por el nombre de la vaca, para el pie de foto, o al contrario, es posible que el quisiese ser protagonista junto a su vaca. Me quedaré con la intriga.
Solo había estado una vez en Villabona, y no, no fue para ir a la cárcel, fue para ir a comer unos callos hace años al "Restaurante Michen" con unos amigos. De Villabona, subí caminando hacía Villardeveyo, por una cuesta que a esas horas no se la recomiendo a nadie. A la mitad del tramo me pilló un aguacero... Yo, como soy tan listo y tan precavido, me olvidé de llevar paraguas. Al parar de llover, seguí caminando hasta atravesar el pueblo y salir a la carretera general de La Miranda, para bajar dirección Solís, ya en el concejo de Corvera.
El cielo cada vez estaba más negro y en vista de que no había sitio en el que resguardarse, después de haber entablado una "interesante conversación" con una tal Maruja sobre el tiempo, tema habitual donde los haya, tuve que cortarla y darme un poco de prisa para evitar ahogarme por el camino y no arrepentirme de haber salido esta mañana. Iba a caer una buena.
Creo que es hora de quitarme las botas, a la espera de que sequen para esta tarde. Ahora, me voy a comer un plato de garbanzos con bacalao, a vuestra salud.
- Joder, acaba de salir el sol.-
Hizo mal tiempo, sí, ¡pero la música me alegró la mañana!
Creo que es hora de quitarme las botas, a la espera de que sequen para esta tarde. Ahora, me voy a comer un plato de garbanzos con bacalao, a vuestra salud.
- Joder, acaba de salir el sol.-
Hizo mal tiempo, sí, ¡pero la música me alegró la mañana!
2 comentarios:
Bueno Sergio, pues desde este momento que he leído lo que has puesto hasta ahora en tu blog, me ofrezco para salir contigo algún día para hacer tus fotos para el trabajo. Ánimo y hasta pronto
Bego
Lo tendre en cuenta!. La verdad es que se agradece. Te mantendré informada. Es más, si ya tienes algún destino al que te gustaría ir nos acercamos, porque lo bueno de este proyecto es que es abarco todo el territorio. Muchas gracias!
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